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Cómo funciona la calefacción central en las casas

 

Con la llegada del invierno, la calefacción central se convierte en un aliado muy importante para mantener nuestras casas temperadas.

Este sistema, presente en muchas viviendas en nuestro país —sobre todo en comunidades de edificios—, ofrece una solución para enfrentar las bajas temperaturas, pero ¿cómo funciona realmente?

En este artículo, se profundizará en cómo funciona, de qué forma se activa, de qué forma se enciende y consejos para regular y utilizar de forma eficiente la calefacción, considerando que su uso puede significar una parte importante del gasto de vivienda durante los meses de invierno.

¿Cómo funciona el sistema de calefacción de una casa?

El sistema de calefacción central funciona distribuyendo calor a través de un circuito de agua caliente o aire caliente, dependiendo del tipo de sistema instalado. En las instalaciones más comunes, una caldera o bomba de calor calienta el agua, que luego circula a través de radiadores ubicados en diferentes habitaciones. Estos radiadores emiten calor, manteniendo una temperatura agradable en toda la vivienda.

En otros sistemas, el aire caliente se genera en una unidad central y se distribuye a través de conductos a las distintas habitaciones. Este aire se expulsa a través de rejillas, calentando el ambiente de manera uniforme.

Una vez que se enciende, el proceso comienza cuando el termostato de la casa detecta que la temperatura ha bajado por debajo de un nivel predeterminado. Esto activa la caldera o bomba de calor, que empieza a calentar el agua o el aire que circula por el domicilio. Una vez que se alcanza la temperatura deseada, el sistema se detiene automáticamente para evitar un sobrecalentamiento.

¿Cuándo se activa la calefacción central?

La calefacción central se activa generalmente cuando la temperatura ambiente de la casa baja por debajo de un punto determinado, configurado previamente en el termostato. Este punto varía según las preferencias de cada hogar, pero suele estar entre los 18 y 22 grados Celsius.

Es importante mencionar que algunos sistemas de calefacción central permiten programar para que se active automáticamente a determinadas horas del día, como en las mañanas frías antes de levantarse o en las noches cuando vuelve a haber personas en la casa. Esto permite mantener un ambiente confortable sin necesidad de activar manualmente el sistema cada vez que se necesite, logrando usar la energía de una forma eficiente.

En algunos casos, especialmente en casas más modernas, los termostatos inteligentes pueden aprender los hábitos de los ocupantes y ajustar la calefacción automáticamente para optimizar el consumo de energía.

¿Cuándo se enciende la calefacción central?

Encender la calefacción central es un proceso sencillo, pero que varía según el sistema instalado. En la mayoría de los casos, el sistema se enciende simplemente ajustando el termostato a la temperatura deseada. Algunos sistemas también cuentan con un interruptor principal que debe activarse para encender la caldera o bomba de calor.

En sistemas más avanzados, como los que utilizan termostatos inteligentes, el encendido puede realizarse de manera remota a través de una aplicación en el teléfono móvil, lo que permite controlar la calefacción incluso cuando no se está en casa.

Es recomendable encender la calefacción central antes de que la temperatura baje demasiado, ya que esto permite que el sistema funcione de manera más eficiente y evite un uso excesivo de energía para calentar la casa rápidamente.

¿Cómo regular la calefacción central?

Regular la calefacción central correctamente es clave para mantener un ambiente confortable sin disparar los costos de tu presupuesto mensual. Aquí te dejamos algunos consejos para hacerlo de manera efectiva:

  1. Ajuste del termostato: Configura el termostato a una temperatura que te resulte confortable, generalmente entre 18 y 22 grados Celsius, aunque puede variar según tus necesidades o de acuerdo con la recomendación de la administración de tu edificio, según los casos que corresponda. Recuerda que cada grado adicional aumenta el consumo de energía.
  2. Programación del termostato: Si tu sistema cuenta con un termostato programable, establece horarios específicos para que la calefacción se active cuando realmente la necesites, como en las mañanas o al regresar del trabajo. Esto evitará que la calefacción funcione innecesariamente cuando la casa esté vacía.
  3. Uso de válvulas termostáticas en los radiadores: Estas válvulas permiten regular la temperatura de cada radiador de manera independiente, lo que es útil para mantener distintas temperaturas en diferentes habitaciones según su uso. Por ejemplo, puedes mantener el dormitorio un poco más frío que la sala de estar.
  4. Mantenimiento regular: Asegúrate de que la caldera y otros componentes del sistema de calefacción estén en buen estado. Un mantenimiento adecuado garantiza un funcionamiento eficiente y prolonga la vida útil del sistema.
  5. Aislamiento del hogar: Un buen aislamiento en ventanas, puertas y paredes ayuda a retener el calor, reduciendo la necesidad de utilizar la calefacción central de manera constante.

Recuerda que ninguna vivienda está exenta de los peligros o riesgos que pueden comprometer la integridad de su estructura y la salud de sus ocupantes, por lo que un Seguro Hogar, que tiene cobertura ante incendio, sismos y otro tipo de siniestros, entrega un resguardo ante la ocurrencia de eventualidades.