Seguro Automotriz

Señales de que los frenos de tu auto necesitan revisión urgente

 

Todo conductor debe conocer bien su automóvil, y entender cómo funciona el sistema de frenos es fundamental, ya que es uno de los componentes más importantes del vehículo, por el hecho de que contribuye con tu seguridad, la de los demás pasajeros y de otras personas que comparten la vía, como conductores, peatones y ciclistas, entre otros.

Con el uso, las piezas que componen los frenos se desgastan progresivamente, por lo que es esencial estar atentos a las señales que advierten que algo no anda bien. Ignorarlas puede traer consecuencias importantes, desde reparaciones más caras hasta situaciones de riesgo al momento de conducir que pudieron haberse evitado.

Por eso, conocer cuándo los frenos necesitan atención y acudir a un taller a tiempo es una inversión en seguridad.

Otro aspecto muy relevante es evaluar la posibilidad de contratar un Seguro Automotriz, que permite estar protegido ante siniestros de acuerdo con las coberturas establecidas en la póliza.

Síntomas que tu auto no deja pasar

Los primeros indicios de desgaste pueden detectarse prestando atención a los pequeños cambios en la conducción, aunque algunos no se identifican fácilmente, ya que los conductores suelen acostumbrarse a las diferencias de comportamiento del vehículo.

Algunos de los síntomas de que los frenos de un automóvil no están funcionando como corresponde son:

  • Mayor distancia de frenado.
  • Pedal demasiado blando o, por el contrario, muy duro.
  • Vibraciones constantes en el volante al frenar.
  • Ruidos metálicos persistentes.
  • Luz de advertencia de frenos encendida en el tablero.

Estos síntomas pueden presentarse en situaciones cotidianas: un semáforo donde el auto tarda más de lo normal en detenerse, un viaje en carretera en que el pedal responde con retraso, o un pasajero que comenta que escucha ruidos extraños.

Muchas veces los conductores se acostumbran al desgaste progresivo y no notan los cambios hasta que la falla es evidente. Por eso es importante prestar atención a todas las señales y actuar antes de que ocurra un incidente.

Detalles mecánicos para prestarle atención

Una de las señales más comunes que indican una falla en el sistema de frenos son los ruidos extraños al presionar el pedal. Si escuchas chirridos o sonidos metálicos, probablemente las balatas —también llamadas pastillas de freno— estén muy desgastadas o haya un objeto extraño dañando los discos.

Las balatas son uno de los elementos que más rápido se desgastan dentro del sistema. Su grosor es el mejor indicador de vida útil: si miden menos de 3 mm en la parte delantera o 2 mm en la trasera, es hora de reemplazarlas. Circular con pastillas de freno en mal estado puede dañar los discos y encarecer la reparación.

Los especialistas recomiendan revisar el sistema de frenos cada 10.000 kilómetros o al menos una vez al año, incluso si no se perciben síntomas, puesto que anticiparse puede ayudarte a ahorrar dinero y, sobre todo, minimizar los riesgos al circular en la vía pública.

Los discos de freno también muestran signos visibles de deterioro. Si observas rayas profundas en la superficie o zonas oscuras irregulares, puede tratarse de deformaciones por exceso de calor. En casos extremos, cuando aparecen grietas, es necesario reemplazarlos por completo.

El desgaste desigual en balatas y discos suele estar relacionado con problemas en las pinzas o en los latiguillos. Si los latiguillos presentan grietas, deben cambiarse. Por su parte, si las pinzas muestran fugas de líquido, significa que no están funcionando correctamente y necesitan reparación o reemplazo.

El líquido de frenos

El líquido de frenos también es un factor fundamental a considerar, ya que se encarga de transmitir la presión que permite detener el vehículo. Sin embargo, suele ser uno de los elementos menos revisados durante las mantenciones.

Para comprobar su estado, el auto debe estar frío. El nivel tiene que encontrarse entre las marcas de mínimo y máximo en el depósito, y el color debe ser amarillo claro y transparente. Si el nivel es bajo, habrá que rellenarlo; si el líquido luce oscuro, significa que ha perdido propiedades y debe reemplazarse.

Se recomienda renovarlo cada dos años o según lo indicado por el fabricante. De lo contrario, la humedad y el calor acumulado pueden reducir su eficacia e incluso provocar que entre aire en el sistema, lo que aumenta el riesgo de fallas críticas al frenar.

Un líquido en mal estado reduce la eficacia del sistema y aumenta el riesgo de accidentes en momentos donde cada segundo cuenta.

La clave está en anticiparse y prevenir

El correcto funcionamiento del sistema de frenos no solo protege al conductor y a los pasajeros, sino también a todos quienes circulan por la vía.

Realizar revisiones periódicas, atender cualquier síntoma a tiempo y mantener un plan de mantenciones preventivas es la mejor inversión en seguridad. Revisar los frenos no es solo cuidar tu auto, también es una muestra de respeto hacia quienes comparten la calle contigo.

Además, vale la pena recordar que las condiciones del camino también pueden influir en el rendimiento de los frenos. Si conduces frecuentemente por zonas rurales o caminos de tierra, el polvo y el barro pueden acumularse y acelerar el desgaste. En este tipo de trayectos, la asistencia mecánica no siempre está disponible, por lo que la prevención toma aún mayor relevancia.

Tu seguridad comienza con la mantención de tu vehículo. Además, puedes considerar la posibilidad de contratar un Seguro Automotriz, el cual tiene coberturas para Daños Materiales, Robo y Responsabilidad Civil.